Bizcocho de chocolate blanco con queso

Dificultad: Media

Tiempo de elaboración: 1 horas y 20 minutos

Número de raciones: 8

Autor: ¡HOLA! Cocina

Un bizcocho es siempre un postre delicioso y, además, una forma de conseguir una repostería más saludable para desayunar o merendar. Nada denso, con una textura esponjosa, este bizcocho utiliza el queso y el chocolate blanco como aliados de excepción para un dulce muy suave al paladar y aroma a limón.

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Dificultad: Media

Tiempo de elaboración: 1 horas y 20 minutos

Número de raciones: 8

Autor: ¡HOLA! Cocina

Un bizcocho es siempre un postre delicioso y, además, una forma de conseguir una repostería más saludable para desayunar o merendar. Nada denso, con una textura esponjosa, este bizcocho utiliza el queso y el chocolate blanco como aliados de excepción para un dulce muy suave al paladar y aroma a limón.

Ingredientes

  • 4 ud huevos
  • 400 g harina
  • 100 g chocolate blanco
  • 250 g azúcar blanca
  • 150 g queso cremoso para untar
  • 1 ud yogur natural
  • 1 vasos de yogur aceite de girasol
  • 1 sobres levadura en polvo
  • 1/2 cc bicarbonato

Preparación

  • Precalentamos el horno a 180 ºC.
  • Fundimos el chocolate blanco en el microondas o al baño María y reservamos.
  • Batimos los huevos con el azúcar hasta que quede una mezcla de textura espumosa. En este momento, añadimos le yogur natural, el aceite de girasol, el queso y el chocolate blanco fundido. Batimos para que todos los ingredientes queden bien integrados.
  • Tamizamos la harina con la levadura, le ponemos la media cucharadita de bicarbonato y lo añadimos a la mezcla anterior, de nuevo batiendo bien, para que se integre.
  • Vertimos la masa en un molde, engrasado con mantequilla y espolvoreado con un poco de harina.
  • Metemos el molde en el horno y dejamos que se haga durante unos 50 minutos, aunque el tiempo de cocción dependerá de la temperatura y el tipo de horno, con lo que es mejor ir vigilando poco a poco.
  • Cuando le bizcocho esté listo, desmoldamos y dejamos que se enfríe encima de una rejilla.
  • Si te ha sobrado un poco de queso crema, siempre puedes partirlo por la mitad y aprovecharlo para crear un suave relleno en su interior o decorarlo en su superficie. Al igual que con la cáscara de limón, podemos reservar un poco al principio para cortarla en virutas y colocarlas en este momento en su parte superior.